POESÍA DE JOSE MARÍA ARGUEDAS
Katatay
Dicen que tiembla la sombra de mi pueblo;
está tembñando porque ha tocado la triste sombra del corazón de las mujeres.
¡No timbles, dolor, dolor!
¡La sombra de los cóndores se acerca!
-¿A qué viene la sombra?
¿Viene en nombre de las montañas sagradas
o a nombre de las sangres de Jesús?
-No tiembles; no este temblando;
no es sangre; no son montañas;
es el resplandor del Sol que llega en las plumas de los Cóndores.
-Tengo miedo, padre mío.
El Sol quema; quem aal ganad, quema las sementeras.
Dicen que en los cerros lejanos
que en los bosques sin fin,
una hambrienta serpiente,
serpiente diosa, hijo del Sol, dorada,
está buscando hombres.
-No es el Sol, es el Corazón del Sol,
su resplandor,
su poderoso, su alegre resplandor,
que viene en la sombra de los ojos de los cóndores.
que viene en la sombra de los ojos de los cóndores.
No es el Sol, es una luz.
¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin limites!
Tiembla con su luz;
sacúdete con los árboles de la gran selva,
empieza a gritar.
Formen una sola sombra, hombres, hombres de mi pueblo;
todos juntos
tiemblén con su luz que llega.
Beban la sangre áurea de la serpiente de dios.
La sangre ardiente llega al ojo de loscóndores, carga los cielos, los hace danzar,
desatarse y parir, crear.
Crea tú, padre mío, vida;
hombre, semejante, mío, querido.
Nota de Arguedas:
(Escribí este himno luego de haber visto bailara a mis hermanos, hijos del pueblo de Ishua residentes en Lima. Bailaron en una pequeña habitación de adobes y techo de totora, en el canchón de la Av. Sucre 1188, Pueblo Libre, el 3 de Setiembre de 1965.)
Ofrenda al pueblo de Vietnam
Al pueblo hermano de Vietnam, llameante.
A este pueblo que , en el medio mismo del mundo, en la edad del espanto, nos hace cnoncer que el fuego que hizo l hombre con su mano sigue ardiendo en el fuego de sus manos.
Cuando unas gentes, los yankis, pretendieron inmolar en Vietnam al pueblo entero con máquinas de fuego a fuego construídas, cuando creyeron que así podrían dominar el mundo, el pueblo de Vietnam, con el sólo vigor de uss manos eternas, los ha hecho correr hasta la luna.
¡Sí hermano vietnamita! Ahora eres tú el pueblo excelso entre los pueblos del mundo.
Vietnamita, semejante mío. Recibe este pequeño polvo esencia demi pueblo, como ofrenda. Te lo entrego, con unpoco de rubor pero de pie, firme, no de rodillas.
Para siempre firme y de pie, por ti, en tu nombre.
Agosto de 1969
*(Versión castellana de Alfredo Torero y José María Arguedas)
Oda al Jet (1966) Jetman, haylli
¡Abuelo mío! Estoy en el mundo de Arriba,
sobre los dioses mayores y menores, conocidos y no conocidos.
¿Qué es esto? Dios es hombre, el hombre es dios.
He aquí que los ríos, los adorados, que partían el mundo, se han convertido en el más delgado hilo que teje la araña.
El hombre es dios.
¿Dónde está el cóndor, dónde están las águilas?
Invisibles como los insectos alados se han perdido en el aire o entre las cosas ignoradas.
Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo: no os encuentro, ya no sois, he llegado al estadio que vuestros sacerdotes, y los antiguos, llamaron el Mundo de Arriba.
En ese mundo estoy, sentado, más cómodamente que en ningún sitio, sobre un lomo de fuego,
hierro encendido, blanquísimo, hecho por la mano del hombre, pez de viento.
Si. "Jet" es su nombre.
Las escamas de oro de todos los mares y los ríos no alcanzarían a brillar como él brilla.
El temible filo de nieve de las sagradas montañas, allá abajo resplandece, pequeñito; se ha convertido en lastimoso carámbano*.
El hombre es dios. Yo soy hombre. Él hizo este incontable pez golondrina de viento.
¡Gracias, hombre! No hijo del Dios Padre sino su hacedor.
Gracias, padre mío, mi contemporáneo. Nadie sabe hasta que mundos lanzarás tu flecha.
Hombre dios: mueve este pez golondrina para que tu sangre creadora se ilumine más a cada hora.
¡El infierno existe! No dirijas este fuego volador, señor de los señores, hacia el mundo donde se cuece la carne human;
que esta golodrina de oro de los cielos fecunde otros dioses en tu corazón, cada día.
Bajo el suave, el infinito seno del "jet"; ´más tierra, más hombre, más paloma, más gloria me siento; en todas las flores del mundo se han convertido mi pecho, mi rostro y mis manos.
Mis pecados, mis manchas, se evaporan, mi cuerpo vuelve a la dulce infancia.
Hombre, Señor tu hiciste a Dios para alcanzarlo, ¿o para qué otra cosa?
Para alcanzarlo lo creaste y lo persigues ya de cerca.
cuidado con el filo de este "jet", más penetrante que las agujas de hielo terrenas, te rompa los ojos por la mitad;
es demasiado fuego, demasiado poderoso, demasiado libre, este inmenso pájaro de nieve.
Cuidado que tu hijo te envíe el latido de la muerte; la mariposa que nació de tu mano creadora puede convertir tu cabeza en cenizas.
Oye, hombre, ¡entiéndeme!
Bajo el pecho del "Jet" mis ojos se han convertido en los ojos de las águila pequeña a quien le es mostrado por primera vez el mundo.
No siento temor. Mi sangre está alcanzando a las estrellas;
los astros son mi sangre.
No te dejes matar por ningún astro, por este pez celeste, por este dios de los ríos que tus manos eternas fabricaron.
Dios Padre, Dios Hijo, dios Espíritu Santo, Dioses Montañas, Dios Inkarrí: mi pecho arde. Vosotros sois yo, yo soy vosotros, en el inagotable furor de este "Jet".
No bajes a la tierra.
Sigue alzándote, vuela más todavía, hasta llegar al confín de los mundos que se multiplican hirviendo, eternamente. Móntate sobre ellos, dios gloria, dios hombre.
Al Dios que te hacía nacer y te mataba lo has matado ya, semjante mío, hombre de la tierra.
¡Ya no morirás!
He aquí que el "jet" da vueltas, movido por la respiración de los dioses de dioses que existieron, desde el comienzo hasta el fin que nadie sabe ni conoce.
*carámbano:Pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo que se va formando al helarse el agua que gotea.
Nota del Blog:
Poemas extraídos de la recopilación de Sibyla Arredondo Viuda de Arguedas en el Tomo V de Obras Completas de José Maria Arguedas. Editorial Nuevo Horizonte.